Viene cargado de miedo desde las etapas del sueño Rem.
Siempre el contenido de la pesadilla es de tinte amenazador y de peligro.
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En esa etapa es precisamente durante la cual soñamos.
Si se nos despierta en ese momento recordamos el sueño.
El 50 % de los niños hasta los 5 años tienen pesadillas y ellas decrecen suavemente con la edad.
Son mas frecuentes en mujeres.
Algunas drogas anti parkinsonianas, como la L dopa aumentan las pesadillas, así como los betabloqueantes.
Hay que recordar que el Rem aparece a los 90 minutos de haber iniciado el sueño y se repite en intervalos regulares a lo largo de toda la noche.
Se incrementa en el último tercio de la noche y alcanza entre una 20 a 25 % del tiempo total del sueño.
Los procesos traumáticos facilitan la aparición de las pesadillas y estas constituyen un elemento valioso porque pueden ayudar al manejo mas eficiente del trauma sufrido.
En los procesos de stress postraumático cuando no se hace un conveniente tratamiento es probable que las pesadillas continúen en forma crónica.
En ciertas personas los episodios descriptos pueden anticipar la aparición de un brote psicótico.
Las personas que sufren muchas pesadillas sin antecedentes psicopatológicos importantes por lo general son creativos, confiables y de buena socialización.
Son vulnerables a los desequilibrios emocionales y propensos a permitir que se aprovechen de ellos.
No son hostiles ni miedosos como uno podría suponer de sus sueños y expresan lo opuesto de la obsesividad, rigidez y estructuración.
Los tratamientos psicológicos si fueran necesarios deben ser realizados para potenciar su autoestima y reconocer sus límites.
Las diazepinas disminuyen el porcentaje del recuerdo de lo que soñamos.
El tratamiento farmacológico no siempre es necesario.